sábado, 6 de diciembre de 2014

Mis primeras clases de Go

Mis primeras clases o errores al mayor.

Al final de los 90 me ofrecen unas horas de clases en el Monseñor Arias, el liceo militarizado con régimen de internos, más famoso de Caracas y situado en Filas de Mariche, para entonces tenía solamente al Colegio Caracas, instituto de educación especial situado detrás de la Universidad Santa María, donde el coordinador Muñoz y yo jugábamos ajedrez con los alumnos.
    Este instituto ya no existe ya que fue comprado por el actual gobierno para convertirlo en una universidad internacional de Medicina, era  un colegio rudo como el que mas, régimen militar, ejercicio continuos, disciplina estricta, falta de libertad la mayor parte del día, duchas con agua congelada a las cinco de la mañana y castigo de no salir el fin de semana etc.
    La población de estudiantes eran única, los internados eran los más rebeldes, inconformes y difíciles estudiante provenientes de otros colegios de Caracas. 
Los seminternados generalmente eran alumnos de la zona, eran más tranquilos y por lo general menos problemático, claro está, regresaban en las tardes a sus casas, ver televisión y bañarse con agua caliente  Los docentes tenían por supuesto que ser muy fuertes, para dar clases a los primeros años había que hacer prácticas de autosugestión continuas, en los grados alto si era agradable el trabajo en todo sentido, aunque para cualquier eventualidad teníamos unos guantes de boxeo y un pequeño código.  Existía un sargento con unos su tropa para la disciplina de secundaria y un Cabo, que era el protector y encargado de la disciplina de primaria.
    
    Trato de describir un poco esta población estudiantil, ya que es posible que  al tratar de reproducir estas experiencias en un instituto con menos carencias afectivas no se tengan los mismos resultados. El solo hecho de que el profesor, el líder de la clase, quiera compartir su juego  y su rato de ocio con un grupo, redunda en su autoestima y respuesta afectiva y por supuesto esto infiere en su desempeño intelectual.

    A la semana integrarme a la institución fui contactando con un grupo que jugaba al ajedrez, primero de observador o mirón, después a comentarista, y terminando como verdugo, solo entonces y habiéndome ganado el respeto con sus reglas introduje el Go ofreciendo dinero al que me ganara, estimulo no recomendable, pero tenía que atraparlos y esa era la mas rápida. De esta forma el primer grupo de cinco fue creciendo muy lentamente y creando células en quinto cuarto y tercer año, creo que casi treinta estudiantes jugaban al Go regularmente. 

    Nunca utilice un tablero mural, primero con un tablero de ajedrez y monedas con teipe negro y transparente, solo después cortamos en rodajas un mango de escoba he hicimos el tablero con cartulina.

    Jugábamos en el receso, después del almuerzo,  algunos días en las tardes, ellos practicaban en las noches, y las clásicas partidas postales utilizando solo coordenadas numéricas más fáciles de visualizar que las alfanuméricas, variante con el cual tenían mucho tiempo de análisis, a veces se pasaban y me respondían y exigían respuestas en clases.

    Las primeras clases de go estaban plagadas de errores generadas, por una parte, por no tener una rutina establecida y por no conocer a fondo las técnicas del juego,
Una vez me salto con un grupo, la explicación de las reglas del Ko pero en cambio si se las doy a otro grupo de alumnos, luego al día siguiente me esperan en la formación para aclarar ese dilema ya que por la noche se presento una situación de captura perpetua y la dejaron tablas, luego me acusaron de preferencia por algunas secciones,  otra vez ellos inventaron una regla donde el que capturaba una piedra podía volver a jugar y alegaban que su padres si sabía de esa regla, solo después de revisar mutuamente el juego de un programa llegamos a  unificar las reglas, estos  tampoco eran de mucha ayuda, había que decirle a la compu cuando un grupo estaba muerto o vivo para hacer el conteo, cosa en la que también nosotros dudábamos, hubo una ocasión que no me dejaron capturar dos piedras porque no había cantado atari previamente, sigo recordando  y hubo un momento que colocaban las piedras de ventaja donde mejor les parecía formando una barrera compacta, yo no sabía que hacer, pero opte por permitirlo ya que tenía menos piedras de obstáculos en las otras partes del tablero.

   En esta época me copie de los torneos temáticos del ajedrez y jugábamos partiendo de una posición preestablecida, teníamos la posición de la caja  algo parecido al sanresei, y las flores era una posición tipo de fuseki cruzado con tres piedras en cada esquina.

     Mis mayores errores fue en enseñar como matar grupos grandes, en los pequeños no tenía problemas en evitar la formación de ojos pero en los grandes no dominaba los sacrificios y por lo tanto no podía ser efectivo en esa área. La técnica de la escalera también se hacía difusa en el tablero de 9x9.

   Los Beneficios de estas prácticas fueron claramente observables por otros docentes, algunos alumnos se primer año se mostraban más tranquilos, los de tercero y cuarto año estaban más atentos ya que en cualquier momento podía yo soltar la solución de un problema  que estudiáramos antes, Estoy claro que de repente, esto lo hubiese logrado con cualquier otro juego como othelo , o ajedrez, pero me fuera tomado más tiempo, y por supuesto aburrido para mi debido a la mayor diferencia de nivel.

    Todos estos errores y variantes extrañas las fuimos eliminando a medida que comenzamos a distribuir el diskete con el juego, y con fotocopias de Go que algunos de ellos conseguían. Y recordando todo esto me doy cuenta que hay tópicos que debería estar profundizando como por ejemplo la visualización del tablero a partir de las coordenadas.
    Pasamos muy buenos momentos, y éramos privilegiados, Yo por tener esos guerreros  de Shaolin y ellos por tener un Banden-Powell, joven, inspirado y todo terreno.

    

domingo, 30 de noviembre de 2014

Mr Seigen

Pensaba escribir sobre el  Colegio Militarizado Monseñor Arias, donde enseñe Go por primera vez, pero nos acaban de publicar que abandono el cuerpo el mas insigne maestro actual, Go Seigen, genio que cambio la forma de ver al Go y con sus hermosas partidas ayudo a popularizar el juego.  
Se fue, pero queda su obra es inmortal.

Imagen tomada del FB GoBum